"Enlazando el amor"

La Lengua

25.11.2015 09:52

Proverbios 6:2 RVR1960
Te has enlazado con las palabras de tu boca, Y has quedado preso en los dichos de tus labios.

Proverbios 18:21 RVR1960 
La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.

Santiago 3:5 RVR1960
Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!

Santiago 3:8-11 RVR1960

pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.

Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.

10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.

11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?

 

La lengua es de los principales puentes de conexión entre nuestro ser con nuestro entorno y todos los que nos rodean, además es uno de los mejores adornos personales que podemos tener, ya que una persona que maneje un vocabulario decoroso y amable causa buena impresión a quienes le escuchan y es un gusto escucharle, en cambio una persona que exclame vulgaridades va a ser claramente de desagrado para nosotros.

Popularmente, en materia de liderazgo y psicología se cree y se dice que los pensamientos son poderosos, un pensamiento negativo atrae situaciones negativas y uno positivo pues traerá como consecuencia situaciones positivas, es decir que los pensamientos influyen en la vida de las personas, ya que se argumenta que somos “unidades de energía” esto lo dice la conocida “Ley de la Atracción” y es que lo que la gente piensa la mayoría de las veces lo dice.

Si bien claramente sabemos que los seres humanos somos mucho más que simples unidades de energía, somos un ser en tres manifestaciones, alma, espíritu y cuerpo y no es que tus pensamientos sean los poderosos es que lo que depende de lo que tu lengua profese así se moverá el mundo espiritual a tu alrededor, porque depende de quién sea tu señor, Cristo o Satanásₐ la abundancia de tu corazón profesará lo bueno o lo malo. (Lucas 6:45)

Como leímos en Proverbios 6:2 “Te has enlazado con las palabras de tu boca, Y has quedado preso en los dichos de tus labios”, realmente nos podemos atar por lo que expresamos, porque hay muchas personas por ejemplo que están tan acostumbradas a mentir que hasta engañan a sí mismos y en su mundo asimilan esa mentira como una verdad, esa persona se está atando a la mentira; hay que comprender que todo lo que exclamamos puede ser para bendición o maldición, dependiendo de la persona, específicamente de lo que habite en su corazón; y es que la lengua profesará según los frutos de su corazón (Proverbios 18:21).

Una persona redimida por Jesucristo, ungida por el Espíritu Santo, no va a hablar maldición ni asquerosidades, recuerda que en Mateo 7: cuando nuestro Señor nos advertía sobre los falsos profetas nos dice en el versículo 20 “Así que, por sus frutos los conoceréis”, pero de esto podemos comprender también que los frutos del corazón son las actitudes u obras que una persona hace y así mismo lo que una persona dice y confiesa por su boca, por eso en Santiago 3:11 dice “¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?” eso no es posible, no se puede servir a dos señores a la vez, un árbol no puede dar dos frutos distintos, por lo que tu lengua no puede decir maldición y bendición a la vez (Santiago 3:9).

Por eso debemos cuidar lo que hablamos, miremos esto en relaciones humanas por ejemplo, una ofensa, un mal entendido, una exclamación hecha con resentimiento o enojo momentáneo puede destruir relaciones de amistad o también de pareja que tomaron años en construirse, o incluso enemistades en familiares o hermanos en Cristo, ese es un poder altamente destructivo de la lengua; en Santiago 3:5 dice “Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!”

Por lo que si nos hacemos llamar cristianos e invocamos el nombre de Jesucristo pero a las dos horas en la carretera le gritamos hasta de qué se va a morir a una persona que hizo una mala acción manejando por decir un ejemplo debemos examinarnos nosotros mismos, realmente es Jesús quién mora en tu corazón, recuerda que el Señor es lento para la ira (Números 14:18) y que de la abundancia de tu corazón hablará tu boca.

No permitas que el ego y las emociones te manejen, medita en la Palabra de Dios, ora, búscalo, acepta a nuestro Santo Redentor para que habite en tu corazón y todo en tu vida cambiará incluso la forma en que hablas, en que miras a los demás y en cómo te ven los demás también.

Sí hoy estás en alguna amistad con cualquier persona, sea de tu familia o no, por algo que esa persona te dijo o por algo que tú le dijiste, recuerda que si Jesucristo siendo Dios se humilló haciéndose hombre y fue el más humilde de  todos, tú puedes serlo también, no permitas que tu ego decida por ti, deja que Cristo te salve, reconcíliate con Él, porque su perdón está para todos nosotros, no importa lo grave que hayan sido tus palabras ni tus hechos, Jesús no te condena, Jesús te salva y te renueva. Así que primero invoca a nuestro Dios y reconcíliate con Él y después busca a esta persona con la cual tienes esa situación difícil y reconcíliate con él o ella también, recuerda que el perdón es parte de amar y tenemos que amar a nuestros prójimos.

Te invito a que repases y leas los pasajes de los versículos a los cuales hice referencia al inicio del estudio, que el Señor Jesús, añada extra bendición a su Palabra.

 

 

Satanásₐ No solamente hay que creer que el término Satanás se refiere al ángel caído Lucifer, recordemos que Satanás significa: adversario, enemigo o acusador, por lo que nuestro ego y nuestra carne también son nuestros enemigos.

 

 

 

Volver

Puedes dejar tus comentarios en este espacio.

No se encontraron comentarios.

Buscar en el sitio

© 2015 Todos los derechos reservados.