"Enlazando el amor"

La mujer que toca el manto de Jesús

17.12.2015 12:50

Lucas 8:43-48 RVR1960

43 Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada,

44 se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.

45 Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?

46 Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.

47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.

48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.

La salvación y la unción de Espíritu es la misma tanto para hombres como para mujeres, las mujeres también son amadas por el Señor, tienen su propósito y Dios quiere relación con mujeres y con hombres, es importante analizar y estudiar la interacción de Cristo también con las mujeres y ver cómo Él no hizo ninguna acepción por género ni por estatus. Es importante también analizar este pasaje porque nos habla temas interesantes que vamos a desarrollar y meditar.

43) Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, y que había gastado en médicos todo cuanto tenía, y por ninguno había podido ser curada.

Hay muchos estudios bíblicos que hablan acerca de este pequeño pasaje, muchos que han estudiado y meditado y han llegado a la teoría de que esta mujer padecía Menorragia, que básicamente es un término médico para los períodos menstruales en  los que la hemorragia es anormalmente intensa o prolongada; El sangrado menstrual excesivo o prolongado puede conducir a otras condiciones médicas, incluyendo anemia ferropénica y calambres menstruales dolorosos.


Con 12 años padeciendo este flujo de sangre esta mujer es casi seguro que padecía de esta anemia ferropénica, la cual ocurre cuando el cuerpo no tiene suficiente cantidad de hierro, el cual ayuda a producir glóbulos rojos; A medida que la anemia empeora, los síntomas pueden incluir:

·         Color azul en la esclerótica de los ojos.

·         Uñas quebradizas.

·         Sentir mareo cuando usted se pone de pie.

·         Color pálido de la piel.

·         Dificultad respiratoria.

·         Dolor en la lengua.

·         Heces oscuras, alquitranadas o heces con sangre

·         Sentirse malhumorado y débil.

·         Dolores de cabeza.

·         Problemas para concentrarse o pensar.

Probablemente esta mujer padecía de cada uno de estos síntomas y tal vez hasta más, esta situación ocurrió hace más de 2 milenios así que probablemente esta mujer estaba mucho peor de lo que imaginamos, pero al menos con la tecnología de hoy en día podemos darnos ideas base para imaginarnos el contexto, podemos ver que esta mujer probablemente era de un estatus social alto, puesto que tenía mucho dinero para invertir en su tratamiento durante más de una década pero estos tratamientos fueron inútiles; ¡durante 12 años!, imagina la desesperación de esta mujer al vivir 12 años enferma, 12 años en los que no tuvo esperanza, ninguna mejoría, ¿cómo pudo soportar esta mujer tantos años padeciendo esta enfermedad?; hermanos y hermanas hay veces en las que incluso la misma enfermedad es parte del propósito para que el Señor se glorifique en nuestras vidas al sanarnos y dar testimonio de Su obra.

44) dice que la mujer se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; y al instante se detuvo el flujo de su sangre.

No sabemos cómo se enteró la mujer de que Jesús iba caminando por ese lugar, no sabemos qué estaba haciendo esta mujer, sí era parte del grupo de personas que seguían al Maestro mientras se dirigía a sanar a la hija de Jairo o si de “casualidad” estaba cerca de ese lugar e hizo todo lo posible por recibir ayuda de Jesús, lo que sí podemos imaginar es que esta fue su medida desesperada, ella escuchó en algún momento o miró cómo Jesús realizaba milagros de distintos tipos y ella sabía que Jesús podía ayudarla a ella también, tuvo fe en Él y por eso el Señor que todo lo sabe la sanó al instante, ¡sí!, el milagro fue instantáneo, no a medias, no sanidad gradual, fue instantánea, ¡doce años de enfermedad vencidos por UN toque!, la fe que tuvo esta mujer en Jesús la ayudó a combatir su debilidad causada por la posible anemia y pérdida constante de sangre y le dio fuerza para caminar entre la gente para al menos poder tocar su manto, (el manto era parte del vestido exterior que los aldeanos palestinos usaban, servía de abrigo contra el viento y la lluvia y como cobertor por las noches). Esta mujer hizo su parte, tuvo fe y ACTUÓ, hizo todo lo que estaba a su alcance para recibir el milagro, hizo su trabajo y creyó al llegar a tocar la ropa de Jesús, y Él hizo la otra mitad, la parte sobrenatural, respondió el llamado con fe y esperanza de esta mujer que sufrió por más de una década, y en un día, sí en un solo día fue sana al instante, así de Grande es el Señor.

45) Entonces Jesús dijo: ¿Quién es el que me ha tocado? Y negando todos, dijo Pedro y los que con él estaban: Maestro, la multitud te aprieta y oprime, y dices: ¿Quién es el que me ha tocado?

46) Pero Jesús dijo: Alguien me ha tocado; porque yo he conocido que ha salido poder de mí.

Imaginemos el contexto y así le podemos dar la razón a Pedro, porque es lo normal, Jesús era seguido por una multitud de personas, el término multitud se define como una cantidad abundante o un número grande de personas que constantemente se empujaban y había poco espacio entre cada persona por lo que probablemente más de uno tocó a Jesús, pero no era un toque milagroso, no hubo interacción divina entre esos empujones o toques.

Lo segundo, ¿por qué Jesús hace esta pregunta y esta afirmación de que le tocaron y salió poder de Él? Él es Dios, Él sabía perfectamente quién había sido la persona que lo tocó, pero hizo esto porque lo que Dios hace por nosotros NO debemos dejarlo en secreto, debemos dar testimonio de las maravillas que Dios hace en nuestras vidas, además las señales que hacía Cristo daban testimonio de Él para el pueblo de los judíos y que creyeran a Él al menos por medio de Sus obras (Juan 10:38).

47 Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.

48 Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.

Primero miremos la multitud que seguía a Jesús, el versículo dice que la mujer declaró delante de todo el pueblo, es increíble las masas que movía el Señor ¿no crees?

La mujer se acercó con miedo y es obvio, ponte en su lugar, 12 años enferma, ningún médico pudo hacer nada por ella, ya esta mujer estaba acostumbrada a estar enferma, no tenía ninguna esperanza y llega este varón al lugar donde ella estaba e hizo todo lo posible por llegar a Él, pero no a hablarle sino solamente a tocar Su manto, ella sabía que para los judíos era impura por su sangrado y debía tener una pena gigante y un miedo tremendo de interactuar con el Maestro, pero Jesús lleno de amor, la hace interactuar con Él, para dar a entender que no hay nada por qué avergonzarnos, Él nos perdona, Él nos limpia, Él nos sana y una vez le recibimos, NO hay nada por qué avergonzarnos y Él quería que esta mujer entendiera estas cosas.
Así que ella sabiendo que no podía esconderse de la mirada de Jesús vino ante Él con miedo y aún así dio voz delante de todos lo que ella padecía y de lo que había sido sana, además del poder que se manifestó en su cuerpo cuando tocó en el instante en que tocó al Señor. Ella necesitaba descargarse emocionalmente también, la sanidad de Cristo es total, de todo nuestro ser, nunca hace cosas a medias.

Mira la simple respuesta de Jesús, tu fe te ha salvado, vete en paz. ¿Por qué la fe salva? Porque la fe es lo que nos permite aceptar a Jesús como Dios, así es como salva, porque al tener fe es como recibimos a Cristo y a su Espíritu; la fe es esa llave que nos permite entrar a la puerta del reino de los Cielos y esta puerta es Cristo, la fe es lo que permite que tengamos integridad con el Señor y así Dios se manifiesta en nosotros, esto es la fe, no es simplemente creer en que existe un Dios, la fe es certeza, la fe es movernos y movernos con Dios por eso Él la sanó. Tener fe es aceptar la redención, es rendirnos y reconocer la autoridad de Cristo en nuestras vidas, todo esto lo conlleva la fe.

Ese “vete en paz” denota que Jesús sabía todo lo que había pasado esta mujer, tanto físico como emocional, pero ahora que ha sido sana por Él y le recibió puede tener total paz porque Cristo la ha salvado; y esto es lo que quiere hoy contigo Jesús, quiere sanarte, quiere salvarte, para que hoy tengas paz, y estés en paz con todo tu ser, fuera y dentro.

Si hoy estás abatido o estás frustrada porque una enfermedad te agobia o a una persona cercana a ti, hoy (HOY) es el día en que Cristo te puede sanar o a esta persona allegada a ti. Dice la biblia en Isaías 53:4 “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores…”. Jesús no solamente nos limpia de nuestros pecados, Su limpieza es total, nos renueva totalmente, ora en tu habitación, restaura tu relación con el Señor, búscalo, acéptalo porque Él te ama (TE AMA) y no desea que estés en derrota por la enfermedad, desea darte total libertad, pero, esto solamente va a ocurrir cuando TÚ actúes con fe, mientras estemos en este mundo NUNCA será tarde para que le busques y le permitas tocar tu vida y ese toque será instantáneo.

Y si deseas ver un milagro de sanidad en otra persona, entonces primero habla con él o ella y si no es cristiana o se alejó de Dios, háblale del evangelio, háblale de Jesús, ora junto a esta persona para que reciba a Cristo en su corazón y así por medio de tu fe y de su fe también el Señor se manifieste en la vida de esta persona. Lo único que necesitamos es fe y Él hará el resto por siempre; alabado sea Su santo nombre.

Fuentes: https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000584.htm
https://menorragia.org/

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